Aleatorix (DE/KO), Adriana Arenas (CO), Kader Attia (DZ), Elena Bajo (ES/USA), Alicia Barney (CO), Pablo León de la Barra, (MX/UK), Sol Calero (ES/VE), Lou Cantor (PL/DE), Carolina Caycedo (UK/CO), Jeremiah Day (USA), Wilson Diaz (CO), Leander Djønne (NO), Eric Ellingsen (USA), Foodgasm (GE/USA), Stephan Geene (DE), Jeppe Hein (DK), Michael Höpfner (AT), Christopher Kline (USA), Alisa Margolis (USA), Ana María Millán (CO), Jonathan Monk (UK), Juan-Pedro Fabra Guemberena (UY/SE), Kirstine Roepstorff (DK), Liz Rosenfeld (USA), Tomás Saraceno (AR), Claudia Patricia Sarria (CO), Pinar Yoldas (TR/USA)
The Office of Aesthetic Occupation (La Oficina de Ocupación Estética) y Helena Producciones se han asociado para realizar este proyecto que explora el desarrollo de diferentes formas de ver la generosidad desde el arte, en este caso alrededor de un lugar específico: el Prinzessinnengarten (El Jardín de la Princesa), un jardín público en Berlin, Alemania. El potencial del Prinzessinnengarten como un posible espacio de exhibición será actualizado por 27 artistas internacionales trabajando bajo diferentes medios como: 1. Escultura y pintura 2. Performance (música, poesía, palabra hablada, y cocina) y 3. Algunas de las llamadas "nuevas prácticas artísticas".
La exhibición enmarca preguntas en relación a las maneras de ver la generosidad específicamente como puede existir hoy en Berlin. Primero, la ciudad ha proveído una especie de entorno económico por lo cual una gran cantidad de artistas llegan o bien a vivir a Berlin, o bien a exhibir su trabajo. Como Paris en los 20s o Nueva York en los 60s y 70s esta situación ha tenido un efecto en la producción artística y es una de las razones por la cual Berlin ha ascendido a ser "la ciudad más importante de arte en Europa". La densidad que esta situación ha provocado ha creado una entorno apropiado para la ida y venida de ideas al rededor de la producción artística. Ahora, esta "generosidad" se pone a prueba. Por la especulación inmobiliaria y las presiones de grupos con intereses políticos que esto trae, los costos de la vida se han encarecido no sin consecuencias para los propios artistas. El Prinzessinnengarten el cual ha hecho posible esta exposición ha sentido el stress y hasta hace poco no estaba seguro de su propio futuro.
Por otra parte, es posible hablar de generosidad en la producción artística? Imita la producción artística procesos naturales, con el fin de generar un modelo a través del cual estas formas cambian a través de la historia, y a través del cual nuevas formas de generosidad son generadas para su misma supervivencia? Esto es de alguna forma opuesto a la condición de la producción artística orientada solo al mercado donde la obra de arte no se hace en el espacio de la producción de munificencia sino que en su lugar se produce en el sistema controlado y vigilado de conocedores y valorización especulativa. La generosidad en el arte es un espacio disputado y es prudente presentar diferentes propuestas que desde distintos puntos de vista restablecen sus prioridades como forma política. La labor artística produce objetos, formas y relaciones, conjuntos complejos, que a través de los procesos de validación y valorización se convierten en los componentes de las memorias individuales. En la medida que estas memorias son las que se utilizan en la construcción del pensamiento, una producción artística generosa tiene implicaciones para una forma política de la contemplación y de la imaginación.
Un periódico acompañará la muestra, con ensayos de Kimberly Bradley (USA/GE), Philipp Kleinmichel (GE) y Warren Neidich (USA/GE) con el diseño de Chiara Figone, Andres Sandoval Alba y Archive Press.